José A. Mateo Albuerne
Jefe de ActualidadHoy se han inaugurado las sesiones de juego en Madrid de la Nintendo Switch 2 Experience, el evento que está llevando la nueva generación de La Gran N por medio mundo para que los jugadores puedan darle un tiento a sus juegos y prestaciones. Mi compañero Rubén Márquez ya ha jugado a la consola hace unas cuantas semanas en un evento previo y a puerta cerrada para prensa, pero ahora me ha llegado el turno.
Al ser el responsable de redes sociales no soy quien se encarga de los análisis o viajes de preview, por lo que os traigo unas impresiones casi más propias de un fan de Nintendo, que pueden ser muy similares a las de cualquiera de vosotros. De hecho el titular de mis horas con ella es muy simple de escribir: no tenía pensado comprar Switch 2 de lanzamiento porque no tuve suerte con las reservas, y eso me hizo pensar en esperar un tiempo hasta comprarla; pero el haberla probado me ha hecho cambiar de opinión.
He jugado mucho a Switch a lo largo de estos últimos años, y tenía clarísimo qué era lo que necesitaba de esta nueva generación. Seguramente sean cosas que os pasan a todos los que habéis quemado la híbrida como yo he hecho durante estos años. Se había quedado como un juguete, no sólo por prestaciones técnicas obsoletas, sino por cosas como el baile de los Joy-Con en el riel, el tamaño demasiado pequeño de la máquina especialmente para los que tenemos las manos grandes, y unos materiales demasiado plastiqueros para los estándares actuales.
El evento ha estado muy bien organizado.
Y todo esas dudas, una a una, me las ha ido respondiendo Switch 2 durante mi sesión con ella. El subidón técnico es notable, tanto en modo TV como en portátil, apreciándose en todos los juegos a los que le he echado el guante (Donkey Kong Bananza, por ejemplo, no baja de frames cuando estás literalmente destrozando el nivel, mientras que el primer contacto con Mario Kart World fue genial). Pero con los juegos de Nintendo todo el mundo cuenta, la sorpresa es la máquina en sí.
Estamos hablando de mejor agarre, más peso pero mucho mejor repartido, unos materiales que se sienten más premium y un sistema magnético que permite que los mandos no bailen en absoluto mientras juegas en modo portátil. Incluso lo que más dudas podría general, que es el uso de una pantalla LCD y no OLED, me ha convencido. Es cierto que no tiene esa nitidez en los negros y oscuros, pero la realidad es que la pantalla se ve con unos colores brillantes, nítidos y que demuestran una subida de nivel aún apostando por esta tecnología.
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Claro que la magia de los juegos de Nintendo es lo que sella el acuerdo, y lo que me tendrá jugando durante los próximos años. Pero este salto de calidad y las mejoras justo donde hacían falta y donde yo mismo las necesitaba, termina por convencerme y hacer que me ponga a buscar una reserva de Switch 2 ya mismo.
Opinión de Christian Lopez, CM de 3DJuegos.
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